Discípulo: Madre,
aquí dice que la Luz de la Verdad no está siempre disponible…
La Madre: Ella está
siempre aquí; pero no podemos servirnos de ella siempre.
Discípulo: Pero si…
Madre: Está siempre
aquí, está en todas partes; pero no está a vuestra disposición, en el sentido
de que no sabéis como utilizarla.
Discípulo: ¿Pero si
te la pidiéramos a ti?
Madre: ¡Ah! Es
necesario no hacer cuestiones personales. Naturalmente, si me pedís:” ¿Que es
lo que debo hacer?”- no importa cualquiera de vosotros- os diré:
“Hijos míos, es muy
fácil, solo tenéis que llamarme, y cuando sentáis el contacto, bien, lo eleváis
hasta que esta parte haya comprendido.”
Pero allá, también es
necesario saberlo; duele un poco, os prevengo, porque está enganchada en alguna
parte, y para desengancharla hace falta tener coraje; y cuando ponéis la Luz de
la Verdad, esta arde, algunas veces quema, es necesario saber soportarla. Es preciso
que la sinceridad sea suficiente para… en lugar de cerraros y decir: “¡Oh! esto hace daño” debéis abriros de par en par
y recibirla por completo.
Hay gente que tiene
toda clase de pequeñas cosas como esta en su cerebro, pequeñas cosas negras.
Hay gente que la tiene aquí (Madre indica el corazón), hay gente que la tiene
más abajo, esto depende de cada uno, pero para cada uno es la misma cosa, es
siempre…lo digo porque es remarcable que, si hacemos el trabajo- cualquiera-,
el resultado es siempre el mismo; o en la cabeza, en el pecho o dentro de
todos los centros de consciencia, si llevamos la investigación lo
suficientemente lejos, paso a paso, paso a paso, incansablemente, siempre
llegamos a algo; de lejos esto hace el efecto de un guisante pequeño…como los
guisantes pequeños…un pequeño guisante negro; pero si nos acercamos lo
suficientemente atentos ( esto depende del grado de concentración), percibimos
que es como una pequeña… una serpiente que tiene el tamaño de un microbio, pero
es muy pequeña, toda enroscada sobre si misma así. Entonces la cogemos por la
cola-y tiramos.
Discípulo: ¿Dulce
Madre, es que hay tantas serpientes como malos movimientos?
La Madre: ¡si,
realmente! (risas) Eso es mucho, todo un ejército.
Cuando es dentro de
la cabeza es enojoso, porque es todavía más difícil de descubrirlas, y estamos
tan llenos de falsas ideas que es muy difícil poner orden allí dentro. Donde es
más fácil de descubrir y sanar, es aquí (Madre indica en medio del pecho), pero
es aquí donde hace más daño; es el sitio donde lo encontramos mejor y donde
sanamos más radicalmente. Más abajo, en el vital es más oscuro y liado.
Totalmente enredado. Esta todo mezclado y hay muchas, cuando hay, hay
muchísimas. Debemos poner orden primero, antes de encontrar. Hay que están
entre lazadas así (gesto). Por ejemplo, hay mucha gente que tienen una
tendencia a dejarse llevar- de golpe esto se apodera de ellos, ¡puf! Entran en
una cólera terrible-, es aquí que hay que buscar la causa; y aquí está todo enredado,
todo mezclado, es imperioso ir muy profundamente y muy rápido, porque se propaga
con la rapidez de una inundación; y cuando esta propagado es toda una masa
de…como humo negro que sube y que oscurece la consciencia, y es muy difícil de
poner orden allí dentro. Pero cuando sentimos que el furor va a subir, si nos
precipitamos inmediatamente allí, dentro del centro vital, y vamos con una
antorcha que ilumina bien, podemos encontrar el lugar. Si encontramos el lugar,
¡hop! Hacemos así, lo cogemos y se
acaba, la cólera sale instantáneamente, antes de tener tiempo de decir una
palabra. Doy este ejemplo, hay centenares de otros. Todas las cuestiones de
sentimientos, de amor propio, de ambición, de pasión-de pasión… sí, no de pasión puramente material, quiero
decir (no me gusta emplear la palabra porque es una distorsión, pero en fin…)
lo que los hombres llaman el amor-, todo esto, es donde las encontramos, todos
los apegos, todos los sentimentalismos, todo esto, están allí dentro.
Discípulo: ¿Y en la
cabeza?
La Madre: ¡Ah! En la
cabeza, es donde están todos los pensamientos perversos, todas las traiciones-,
hay una cantidad formidable de traiciones: traicionamos nuestra alma
continuamente y de una manera tan persistente, ¡es increíble! -, todas las
decisiones, los puntos de vista y las explicaciones favorables, como os decía,
y también una especie de costumbre de criticar... Lo que no queremos oír
cuando, cuando hay alguna cosa de superior que nos hace sentir nuestra falta,
hay esta costumbre de encontrar inmediatamente una explicación y una crítica
severa ya sea sobre la idea, sea del pensamiento; o bien hay gente que inmediatamente
lo ridiculizan; hay gente que inmediatamente oponen a esto otra idea o
cualquier otra idea en un lugar común. ¡No os imagináis el bazar que hay dentro de la cabeza!
Es algo terrible. Si miráis de verdad objetivamente lo que pasa allí dentro, da
miedo- antes hay que poner orden, de ver claro, de arreglar todo esto, de hacer
que dos contradicciones no puedan ser iguales.
Conozco una cantidad
considerable de gente que en su cerebro habitan ideas opuestas, no organizadas
en síntesis (no es una cuestión de síntesis para ellos), como…una cohabitación
casi fraternal entre cosas que se contradicen mortalmente, es decir ideas que
no pueden cohabitar. Vosotros podéis arreglarlas en una vasta síntesis, pero
esto es un trabajo superior; pero dos cosas, dos ideas, que tienen
consecuencias activas absolutamente contradictorias y que son totalmente dos
explicaciones contradictorias del mismo hecho… estas dos cosas están allí, son
iguales, están tan próximas que tenemos la impresión que ellas están juntas y
cohabitan sin estar avergonzadas por lo ridículo de su asociación.
Sera preciso que un
día os de una serie de ejemplos. Esto lo digo frecuentemente, nunca os he dado
ejemplos; pero un día recolectare cantidad de ejemplos, y después os los daré.
Veréis esto; que si no fuera triste, sería divertido. La mayoría de gente que tienen esto, ni siquiera
se dan cuenta, esto no les preocupa. Si tenéis ideas sobre las cosas -debéis
tener algunas ideas sobre las cosas, sobre el mundo, sobre la vida, sobre la
razón de ser de la existencia, sobre la meta de la existencia, sobre la
realización futura; en fin, tenéis muchas ideas-, intentad este pequeño juego
un día, de poner todas las ideas ante vosotros, así, arreglarlas; veréis que será
fácil, y quizás os divertiréis; encontrareis cosas sorprendentes.
Es suficiente, nada
más que el trabajo, nada más que este trabajo de exposición, de ponerlas
simplemente una al lado de la otra en frente de vosotros, todas las ideas que
tenéis sobre cualquier tema, como si tuvierais la obligación de escribir un
ejercicio- una redacción que se os pide:” ¿Que pensáis de tal cosa, de tal
tema?” y estáis obligados a hacer la redacción-, poned todas las ideas una al
lado de otra, veréis, será divertido. A menos que no tengáis la costumbre de
tener una idea central, si es posible una verdad central inmutable, alrededor
de la cual arregláis todas las ideas, las organizáis en un orden lógico con la
relación que conviene entre ellas, cada una a su lugar, y si no lo habéis hecho
nunca, intentad de leer en vuestro mental, y veréis realmente alguna cosa…en
fin, os lo digo: si no fuera triste, sería divertido. No podéis imaginaros
hasta qué punto podemos, en una hora, pensar las cosas más contradictorias y
sin inmutarnos.
Es un buen trabajo
que hacer: voy a escribir un ensayo sobre “¿Cuál es la meta hacia la que va la
vida?”, o bien “¿Cuál es la razón de la existencia sobre la tierra?” o “¿Porque
los hombres nacen para morir? - no importa lo que, tomad cosas como estas. No
os digo de escoger “porque habéis jugado a football hoy y jugareis a basquetbol
mañana” no son cosas así, porque esto lo podréis explicar siempre. Os hablo de
cosas un poco más generales. Poned esto delante vuestro y alinead
las ideas que tenéis
al respecto, veréis que será divertido.
LA MÈRE (Entretiens
1955)
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