13 DE FEBRERO DE 1957
"A través del dolor y la tristeza, la naturaleza le recuerda al alma que los placeres que disfruta son solo un débil reflejo del verdadero gozo de la existencia. Cada sufrimiento, cada tortura de nuestro ser encierra el secreto de una llama de éxtasis ante la cual nuestros mayores placeres son como luces parpadeantes. Es este secreto el que atrae al alma a las grandes pruebas, a los sufrimientos y a las terribles experiencias de la vida, incluso cuando nuestra mente nerviosa las abomina y evita. "
Sri Aurobindo 🌟
(Aperçus et Pensées, "Les Chaines")
🌷Como es natural, nos preguntamos cuál es ese secreto al que conduce el dolor. Para una comprensión superficial e incompleta, se podría pensar que es el dolor lo que busca el alma. No es así. La misma naturaleza del alma es la Alegría Divina, constante, invariable, incondicional, extática; pero es cierto que si se puede afrontarlo con coraje, resistencia, una fe inquebrantable en la Gracia divina, si se puede, en lugar de huir del sufrimiento que viene a ti, entrar en él con esta voluntad, esta aspiración de traspasarlo para Encontrar la Verdad luminosa, la Alegría invariable que está en el fondo de todo, la puerta del dolor es a menudo más directa, más inmediata que la de la satisfacción o la alegría.
No hablo de placer porque él, le da la espalda de manera constante y casi total a esta profunda Alegría divina.
El placer es un disfraz engañoso y perverso que nos distrae de nuestro propósito y que ciertamente no debemos buscar si estamos ansiosos por encontrar la verdad. El placer nos evapora; nos engaña, nos extravía.
El dolor nos devuelve a una verdad más profunda al obligarnos a concentrarnos para que podamos resistir, para que podamos enfrentarnos a esta cosa aplastante. Es en el dolor que encontramos la verdadera fuerza con mayor facilidad, cuando somos fuertes. Es en el dolor que encontramos la fe verdadera más fácilmente, en algo que está más allá, por encima de todo dolor.
Cuando nos divertimos y nos olvidamos, cuando tomamos las cosas como vienen, cuando tratamos de evitar ser serios, de mirar la vida a la cara, en una palabra, cuando tratamos de olvidar, de olvidar que hay un problema que tiene que ser resuelto, que hay algo que encontrar, que tenemos una razón para ser y para vivir, que no estamos aquí solo para gastar nuestro tiempo e irnos sin haber aprendido nada o sin hacer nada, entonces realmente perdemos nuestro tiempo, perdemos la oportunidad que se nos da - esta oportunidad, no puedo decir única, pero maravillosa - de una existencia que es el lugar del progreso, que es el momento de la eternidad donde se puede descubrir el secreto de la vida, porque la existencia física, material es una oportunidad maravillosa, una posibilidad que se os da para encontrar el propósito de la vida, para avanzar un paso hacia esta verdad profunda, para haceros descubrir este secreto que os pone en contacto con el éxtasis eterno de la vida divina.
(silencio)
Ya os he dicho muchas veces que buscar el sufrimiento y el dolor es una actitud mórbida que hay que evitar, pero huir de él, por el olvido, por un movimiento superficial, ligero, por el entretenimiento, es una cobardía. Cuando llega el dolor, es para enseñarnos algo. Cuanto más rápido lo aprendemos, más disminuye la necesidad de dolor, y cuando conozcamos el secreto, ya no será posible sufrir, porque este secreto os revelará la razón, la causa, el origen del sufrimiento y la manera de ir más allá.
El secreto es emerger del ego, salir de su prisión, unirse con lo Divino, fundirse en él, no permitir que nada nos separe de él. Entonces, una vez que descubres este secreto y te das cuenta de él en tu ser, el dolor ha perdido su propósito y el sufrimiento desaparece. Es un remedio todopoderoso, no solo en las partes profundas del ser, en el alma, en la conciencia espiritual, sino también en la vida y en el cuerpo.
No hay enfermedad, no hay desorden que se resista al descubrimiento de este secreto y su puesta en práctica, no solo en las partes superiores del ser, sino en las células del cuerpo.
Si sabemos enseñarles el esplendor que hay dentro de ellas, si sabemos hacerles comprender la realidad que las hace existir, que les da existencia, entonces ellas también entran en total armonía, y el desorden físico que produce la enfermedad se desvanece, como todos los demás trastornos del ser.
Pero para eso, uno no debe ser ni cobarde ni temeroso. Cuando le sobrevenga un desorden físico, no debe tener miedo; No debemos huir de él, debemos enfrentarlo con coraje, tranquilidad, confianza, certeza de que la enfermedad es una mentira y que, si nos volvemos por completo, en plena confianza, con total tranquilidad hacia la Gracia divina, Ella se asentará en estas células como Ella se asienta en las profundidades del ser, y las células mismas participarán en la Verdad y la Alegría Eternas.🌷
La Mère🌟
(Entretiens 1957-58)
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