Si llegas a la vida espiritual con una aspiración sincera, a veces te cae encima una avalancha de cosas desagradables: te peleas con tus mejores amigos, tu familia te echa de casa, pierdes lo que creías haber ganado.... Conocí a alguien que había llegado a la India con una gran aspiración y tras un larguísimo esfuerzo hacia el conocimiento e incluso hacia el Yoga. Eso fue hace mucho tiempo. En aquella época, la gente solía ponerse relojes con cadena y baratijas. Este caballero tenía un bolígrafo de oro que le había regalado su abuela y al que estaba unido como la cosa más preciosa del mundo. Estaba apegado a su cadena.
Cuando desembarcaba en uno de estos puertos -en Pondicherry o quizás en algún otro lugar de la India, o en Colombo, creo que era en Colombo-, ellos solían subirse a pequeños botes y los botes lo llevaban a uno a la orilla. Así que este caballero tuvo que saltar desde la pasarela del barco a la barca. Falló en su paso, recuperó de algún modo el equilibrio, pero hizo un movimiento brusco y el pequeño bolígrafo de oro cayó al mar y se hundió en las profundidades. Al principio se sintió muy agraviado, pero se dijo a sí mismo: "Vaya, este es el efecto de la India: Me he liberado de mis apegos…".
Es para las personas muy sinceras que la cosa toma tal forma. Fundamentalmente, la avalancha de problemas es siempre para las personas sinceras. Aquellos que no son sinceros reciben las cosas con los colores brillantes más hermosos solo para engañarlos, ¡y luego, al final, para permitirles descubrir que están equivocados! Pero cuando alguien tiene grandes problemas, demuestra que ha alcanzado cierto grado de sinceridad.
La Madre, 🌺
Preguntas y respuestas (1953): 15 de julio de 1953
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